Una parte de los gastos que conlleva una reclamación judicial corresponde a los derechos del procurador, por lo que mucha gente nos pregunta: ¿qué hace realmente el procurador?
El cliente trata sus asuntos con el abogado y al procurador apenas lo ve el día que le hace el poder y el día del juicio, por lo que realmente desconoce sus funciones.
El procurador es el profesional que representa a las partes de un procedimiento. Todas las notificaciones que se tengan que realizar a lo largo de un procedimiento (que normalmente son numerosas) se le hacen al procurador y es como si las recibiera nuestro cliente.
Para ello, al principio del procedimiento el cliente le hace un poder al procurador que puede ser notarial o apud acta. El primero tiene un coste de aproximadamente 35 € y el segundo no tiene coste y se hace en el juzgado ante el letrado de la administración de justicia (antes secretario judicial). Desde hace poco tiempo estos poderes también los puede hacer el abogado en su despacho si el cliente tiene un DNI digital y el número de PIN, por lo que las cosas se facilitan bastante.
A partir de ese momento el procurador se persona en el juzgado en nombre de su cliente y recoge todas las notificaciones en su nombre.
El procurador no es una figura voluntaria sino obligatoria en la mayoría de los procedimientos. Sólo se puede acudir sin procurador en los juicios verbales de cuantía no superior a 2.000 €, en la petición inicial de procedimiento monitorio, en los juicios universales cuando se limite a presentar títulos de crédito o derechos o asistir a juntas, en los incidentes de impugnación de la resolución de justicia gratuita y cuando se soliciten medidas urgentes antes del juicio.
Para muchos el procurador es un gasto superfluo y que encarece el procedimiento. Desde que empecé a trabajar siempre he oído que la figura del procurador va a desaparecer pero han pasado muchos años y eso no ha ocurrido. Es cierto que con los avances tecnológicos las notificaciones ya no son lo que eran y todo se hace vía telemática, por lo que la figura del procurador está de nuevo en entredicho, pero creo que si esta figura desapareciese y los letrados hiciéramos su trabajo deberían aumentar nuestros honorarios, porque es un trabajo añadido que ocupa una cantidad de tiempo considerable.
Los colegios de procuradores están intentando obtener más competencias en materia de ejecución para colaborar con la justicia con el fin de que el cliente pueda ver cumplida la sentencia. La ejecución de la sentencia es un problema importante en la justicia porque el juicio no acaba con la sentencia sino cuando uno consigue cobrar lo que ha reclamado y es precisamente en ejecución de sentencia cuando el procedimiento se ralentiza y conseguir cobrar lo que es tuyo se convierte casi en misión imposible. Si esta fase del procedimiento se puede agilizar dando más competencias a los procuradores me parece muy positivo.
Así que, aunque para algunos sea una figura que debe desaparecer yo voto por que permanezca y se les den más competencias.
¿Qué opináis vosotros?